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El fin de las distracciones en email marketing

Las distracciones son habituales en Internet. Estamos leyendo un correo electrónico y de pronto nos acordamos de una consulta que hacer en Internet mientras, simultáneamente, tenemos abiertas conversaciones en varias redes sociales. Por tanto, las distracciones son nuestro mayor enemigo en el email marketing. A fin de evitarlas, debemos tener en cuenta las siguientes claves, lo que también hará mejorar una landing page sin fugas.

Si usas una plantilla para tus envíos newsletter, es importante eliminar las distracciones que pueda haber en ella. No hace falta usar todas las casillas que se ofrecen para incluir ofertas, mejor selecciona las que quieras impulsar en cada envío en función de la campaña que hayas planificado previamente.

En la cabecera no debe aparecer la barra de navegación de tu web o blog, estos datos contienen un texto demasiado largo y farragoso y resultan de gran utilidad. La llamada a la acción debe ser clara y única en cada envío. No podemos pedir que rellenen un cuestionario de calidad y a su vez pedir que nos sigan en redes sociales. Ten claro el objetivo específico para el que vas a realizar el envío.

Estudia cuáles son las mejores horas de envío. Esto se hace a través de test A/B como los que ya hemos explicado en anteriores ocasiones. Elabora un calendario con fechas claves de envío y analiza después en qué días y horas ha habido un mayor porcentaje de apertura de esos correos electrónicos.

Segmentar y personalizar los envíos son dos elementos fundamentales para evitar distracciones. El primero dirige los correos a aquellas personas cuyo perfil tiene que ver con el producto o servicio ofertado, mientras que el segundo genera un vínculo entre la empresa y el cliente.

Además de evitar las distracciones, hay que incluir elementos que ayuden a mantener la atención. Esto puede hacerse a través de situaciones que generen emergencia, para así generar una prisa interna en el cliente y acelerar el proceso de compra. Puedes indicar por ejemplo el número de ejemplares limitados que quedan o el período máximo en el que puede disfrutarse de la oferta.

Al finalizar el correo electrónico puedes incluir una posdata, como si de una carta se tratase. Así, cuando el lector del email haya llegado a la parte baja y tenga pensado irse, puedes retenerlo con esta sencilla técnica, que apela a la agudeza visual y a la curiosidad. Aprovecha estos dos factores para reiterar tu oferta.