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Fin de semana en el email marketing

Ayer hablábamos de cómo influye el día de la semana en los envíos de email marketing. Nos centramos en los días laborables y quedó pendiente el fin de semana. En eso vamos a profundizar hoy.

Lo habitual es que el acceso a Internet descienda el sábado y el domingo y, por tanto, menos geste leerá el correo electrónico. Sin embargo, aquella persona que entre en su cuenta lo hará con mayor detenimiento, con más calma, por lo que debemos aprovechar esta situación. Además, si hay menos emails en la bandeja de entrada, se prestará más atención a los que enviemos nosotros.

Hay horarios que están completamente prohibidos. Enviar un email a las once de la noche del sábado no parece la mejor hora. Tampoco el domingo por la mañana pronto, cuando la gente aprovecha para descansar y levantarse sin despertador. Los sábados, que para algunos sectores todavía son laborales (comercios, hostelería, etcétera) puede permitirnos mandar alguna cosa. Los mejores momentos son el sábado entre las once y las doce del mediodía, la primera hora de la tarde o el domingo por la noche, aprovechando en este último caso el sentimiento de tristeza que produce el final del fin de semana y motivando a la compra para levantar el ánimo.

Los fines de semana también pueden ser una buena opción para planes que tengan que ver con el ocio: entradas al cine o el teatro, cena en restaurante, pack de cañas con tapas, visitas guiadas a museos, escapada a una casa rural y muchos otros ejemplos que tienen que ver con el disfrute y el tiempo libre.

Por tanto, el público más adecuado para recibir campañas de email marketing en fin de semana son aquellos productos o servicios orientados a familias o adultos.

También puede ser un buen momento para ese recordatorio que enviamos el martes o miércoles y que ya ha sido olvidado. Apela en el contenido al límite de tiempo de la oferta en cuestión.

Por eso, tras dos entradas dedicadas a cuál es el mejor momento, llegamos a la conclusión que el día y la hora perfecta no es igual para todos los negocios. Depende del tipo de artículos que comercializamos y del tipo de público al que nos dirigimos.

La mejor solución, por tanto, es realizar pruebas con diferentes horas y días de envío aplicando estos consejos que hemos dado y comprobar los resultados para atinar cada vez más con nuestros clientes.

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El fin de las distracciones en email marketing

Las distracciones son habituales en Internet. Estamos leyendo un correo electrónico y de pronto nos acordamos de una consulta que hacer en Internet mientras, simultáneamente, tenemos abiertas conversaciones en varias redes sociales. Por tanto, las distracciones son nuestro mayor enemigo en el email marketing. A fin de evitarlas, debemos tener en cuenta las siguientes claves, lo que también hará mejorar una landing page sin fugas.

Si usas una plantilla para tus envíos newsletter, es importante eliminar las distracciones que pueda haber en ella. No hace falta usar todas las casillas que se ofrecen para incluir ofertas, mejor selecciona las que quieras impulsar en cada envío en función de la campaña que hayas planificado previamente.

En la cabecera no debe aparecer la barra de navegación de tu web o blog, estos datos contienen un texto demasiado largo y farragoso y resultan de gran utilidad. La llamada a la acción debe ser clara y única en cada envío. No podemos pedir que rellenen un cuestionario de calidad y a su vez pedir que nos sigan en redes sociales. Ten claro el objetivo específico para el que vas a realizar el envío.

Estudia cuáles son las mejores horas de envío. Esto se hace a través de test A/B como los que ya hemos explicado en anteriores ocasiones. Elabora un calendario con fechas claves de envío y analiza después en qué días y horas ha habido un mayor porcentaje de apertura de esos correos electrónicos.

Segmentar y personalizar los envíos son dos elementos fundamentales para evitar distracciones. El primero dirige los correos a aquellas personas cuyo perfil tiene que ver con el producto o servicio ofertado, mientras que el segundo genera un vínculo entre la empresa y el cliente.

Además de evitar las distracciones, hay que incluir elementos que ayuden a mantener la atención. Esto puede hacerse a través de situaciones que generen emergencia, para así generar una prisa interna en el cliente y acelerar el proceso de compra. Puedes indicar por ejemplo el número de ejemplares limitados que quedan o el período máximo en el que puede disfrutarse de la oferta.

Al finalizar el correo electrónico puedes incluir una posdata, como si de una carta se tratase. Así, cuando el lector del email haya llegado a la parte baja y tenga pensado irse, puedes retenerlo con esta sencilla técnica, que apela a la agudeza visual y a la curiosidad. Aprovecha estos dos factores para reiterar tu oferta.

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