¿Usas email marketing y notas un alto número de suscriptores que quieren darse de baja? Debes repasar algunos de los siguientes elementos, para evitar caer en los errores.
En primer lugar piensa en la cantidad de emails que estás mandando. Puede que sean demasiados. Los envíos deben estar planificados con anterioridad y no improvisando con ocurrencias. Si el número de envíos es excesivo puede que acaben calificándote como spam, bloqueando tu dirección o solicitando la baja por considerarte “un pesado”.
Innova en el contenido. No repitas cosas, pues aburrirás al suscriptor. El nombre de los asuntos siempre debe ser diferente para que no parezcan tan asiduos. Si los contenidos son nuevos, el email se considera como nuevo y se evita esa sensación de “pesadez” que ocurría con el excesivo número.
Las horas de envío también pueden ser claves. Si despiertas a un usuario por mandar el correo a las cuatro de la mañana durante una semana entera, lo más probable es que además de que la comunicación no será eficaz, el cliente pedirá ser borrado de la lista para evitar ser despertado por emails que llegan a horas intempestivas.
Otra de las causas es que los receptores del mensaje no sepan quién eres. Esto ocurre si compras una lista de emails, por lo que siempre debes elaborar tu propia lista. Para evitar también que se olviden de ti y de quién eres, debes buscar el término medio entre el excesivo número de envíos y la escasa frecuencia entre uno y otro.
Ofrece contenidos de calidad en tus correos, que además de la venta ofrezcan información valiosa sobre el sector, los productos o las opiniones de los usuarios. Además, puedes incluir descargas gratuitas, invitaciones a eventos, acceso a contenidos exclusivos para suscriptores, etcétera.
Que no falten las imágenes, las llamadas a la acción y los apartados destacados que denoten urgencia. Todo ello bajo un diseño profesional y cuidado, que evite pensar que el email es spam y se ha colado en la bandeja de entrada.
El correo se debe poder leer siempre, por eso hay que adaptarlo a los distintos dispositivos donde se puede recibir un email, especialmente el teléfono móvil. A esto se denomina que los emails sean “responsive”. Si un usuario no puede ver correctamente el mensaje, acabará por darse de baja.
Por último, ten en cuenta las opiniones de los usuarios a través de encuestas periódicas y de la monitorización de los envíos para mejorar cada uno de estos pasos y, así, evitar las desuscripciones.