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Los formularios en email marketing (y sus secretos mejor guardados)

Los formularios en email marketing permiten crear y aumentar las bases de datos de suscriptores. Integrados en páginas webs y blogs es una de las mejores maneras de invitar a los usuarios a compartir sus datos. Por eso hoy desvelamos los secretos mejor guardados de la creación de formularios para suscriptores que ayudan a incrementar el ROI de nuestros clientes.

La información se envía mediante un protocolo https, lo que asegura la encriptación de los datos que ingresan los suscriptores. La seguridad se implementa a través de opt-in, una doble autorización que sirve para confirmar la suscripción y que implica dedicar unos minutos más en el inicio del proceso, pero una garantía a largo plazo al quedar demostrado el interés del suscriptor por la lista.

La personalización es clave. No te limites a solicitar el nombre, apellidos o lugar de procedencia. Toda la información adicional que obtengas servirá para segmentar mejor en las campañas del futuro. Esto no significa que tengas que convertir el formulario en un cuestionario interminable, por ello elige las variables más significativas en función de tus clientes y establece como campos obligatorios aquellos factores imprescindibles para tu estrategia de email marketing.

Un buen título que invite a la acción ayudará a impulsar a los indecisos. Explora tu creatividad, huye del típico “suscríbete a nuestra newsletter” y busca frases originales como “Explora tus límites” para despertar la curiosidad en los potenciales clientes y mejorar el CTA. Adecuar los colores, alineación y fuentes de los textos a la imagen de marca implica no fiarse de las plantillas que los gestores de email marketing nos ofrecen. Para cada cliente debe haber un formulario específico que puede ser de tres tipos:

  • Formulario general: son los formularios de suscripción y correos de respuesta automática que genera la empresa.
  • Formulario insertado: proceden de un código HTML que puede ser insertado en un sitio web para captar suscriptores. Se usa cuando existen más servicios integrados.
  • Pop up: se trata de una ventana emergente por la que se llama la atención del navegante para suscribirse.

En cualquier caso, debe haber un mensaje de agradecimiento tras la suscripción, tanto en la web como en el primer email que se envíe.

Para terminar, dejamos un apunte sobre otros tipos de formulario que se usan en email marketing: el de actualización de datos, el de reenvío a otro contacto y el de cancelar la suscripción. Todos ellos nos ayudarán a mejorar nuestra estrategia de marca con los clientes.

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La garantía del check box

Tiene varios nombres, todos ellos en inglés. Al check box se le llama también tick box y ambos conceptos se escriben tanto juntos como separados. Gramática aparte, lo importante de estas palabras es lo que significan y la garantía que nos dan.

 

El check box es la casilla de verificación. Con ella se puede decidir de forma definitiva el alta o baja de una lista de suscripción, pero cualquier de los dos procesos no debe hacerse como un mero trámite, sino que hay que asegurar los motivos que llevan tanto a una decisión como a la contraria.

 

Es por eso que, después de haber captado la atención de un visitante que decide hacer click en nuestro CTA y rellenar algunos datos clave como su dirección de email, su nombre y sus apellidos, por citar lo más básico, debemos asegurarnos: ¿qué espera de nosotros? Para ello, programa un primer correo electrónico con el que confirme que ha sido el dueño del email quien ha solicitado formar parte de tu lista de contactos, no vaya a tener un primo gracioso que nos estropee la campaña de email marketing.

 

Si es posible, durante el proceso de confirmación, aprovecha para obtener información extra sobre sus gustos personales, las temáticas de las que más le interesa recibir noticias y cómo llegó hasta ti. Toda esta información debe ser fácilmente rellenable a través de desplegables o de sistemas en los que haya que escribir lo menos posible. Si el proceso finaliza correctamente, el check box ha hecho su función.

 

Pongamos como ejemplo la situación contraria: un suscriptor pide dejar de recibir nuestras comunicaciones. En estos casos, hay que tener claras dos premisas. La primera es que no se puede retener a nadie en contra de su voluntad, así que no alargues el proceso para intentar que se quede, porque generarás peor imagen. La otra cuestión es que no le debes dejar escapar sin más, sin preguntarle si se va a otro sitio que considera mejor o si se ha aburrido de las comunicaciones que se le ha enviado. Por eso, aquí el check box debe tener la función de preguntar el motivo por el que un suscriptor pide darse de baja, facilitando las opciones con un desplegable, como hemos explicado en el párrafo anterior.

 

Por tanto, el check box se convierte en la garantía de conocer mejor a nuestros suscriptores en email marketing y de asegurarnos que son ellos quienes realizan las acciones, confirmando su intención y ayudándoles a ejecutarla de la manera más rápida y sencilla posible.

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Check list de una landing page perfecta

Para que una landing page sea perfecta, se deben tener muchos aspectos en cuenta. Por eso, hoy vamos a repasar en una lista los elementos que debemos comprobar antes de lanzarla la web al público.

– Titular corto. No debe superar las cinco palabras para captar la atención de manera muy muy directa.

– Misma tipografía. El tipo de letra debe ser el mismo en todas las partes de la página, incluidos el titular y el menú, si lo hubiera.

– El tamaño de letra. El texto debe poder leerse perfectamente, para ello hay que tener cuidado de no poner un tamaño de letra demasiado pequeña. Entre catorce y dieciocho píxeles es lo adecuado.

– Una única columna. En la landing page debe haber sólo una columna en el layaout. El resto suponen distracciones.

– La lista. Las explicaciones deben reflejarse enumerándolas en lugar de con un texto que parezca largo y denso. Aquí explicarás las ventajas que tiene para el visitante introducir su correo electrónico.

– Cargar imágenes. Las fotos que acompañen a la landing page deben cargar rápidamente. Para ello hay que reducir su tamaño y adaptarlo a la web, evitando esperas en su aparición.

– Pocos datos. En el formulario se deben solicitar pocos datos. Si hay demasiados campos que rellenar la persona se cansa y abandona el proceso antes de terminarlo.

– Siguiente paso. Una vez que rellenes un campo, el cursor debe marcar el siguiente hueco para continuar rellenando. Comprueba que esto funciona tanto usando el teclado como el ratón.

– CTA visible. El Call To Action o llamada a la acción debe ser muy visible, con colores llamativos, un recuadro que lo remarque, un fondo que lo haga destacar y un tamaño considerable.

– Todos los navegadores. En la web también debe poder verse en todos los navegadores. Esto requiere una prueba previa en cada uno de ellos antes del envío.

– Móviles y tabletas. Asegúrate de que la landing page puede verse en otros dispositivos que no sea el ordenador. Compruébalo en móviles y tabletas con distintos sistemas operativos y prueba a girarlos, para que la información se vea tanto en posición horizontal como vertical.

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Gracias por registrarse

Lograr que un usuario se registre para recibir nuestro boletín de promociones vía email es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la compañía, lo cual significa que cuando una persona que accede a que las comunicaciones le lleguen directamente es porque realmente le interesan ese tipo de contenidos, lo que situará a este cliente más próximo a la compra de nuestro producto o servicio. Por eso, lo mínimo que debe hacerse en agradecer su confianza con un “gracias por registrarse”.

El denominado “Coste por Lead” (CPL) es uno de los modelos más efectivos para medir la rentabilidad de una campaña de email marketing, tanto para aquellos que ya están en nuestra base de datos, como para los que deciden incorporarse a ella. El email marketing y el CPL están cada vez más ligados y por eso se debe prestar especial atención a esta técnica.

La clave es tener en cuenta qué elementos del correo electrónico que se envíe nos ayudarán a potenciar el CPL, así que vamos allá con unos ejemplos: el más básico, rellenar un formulario, debe presentarse como una tarea sencilla y rápida. En Internet las cosas van rápido, así que no hagas perder el tiempo al cliente si no quieres perderlo. El registro en la web o la descarga de un dossier antes de enviar los datos debe resaltarse a través de la tipografía, el cuadro que señale las opciones o a través de la ubicación, para dirigir la mirada hasta donde queremos que llegue el cliente sin que lo note.

Es preciso señalar que en el CPL no se necesita llegar a realizar la compra, simplemente lograr que el visitante se registre para, a partir de ahí, recibir nuestras ofertas, promociones y boletines regularmente. Por eso, hay que ofrecer algo a cambio del registro: un descuento en la próxima compra, la descarga de algo gratis, la sensación de tener acceso a rincones exclusivos para una parte de la clientela.

Mezclar creatividad y metodología son, por tanto, elementos claves para captar la atención entre los muchos estímulos que se pueden encontrar en la red hoy en día.

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La palabra mágica: ¡Subscríbete!

“Suscríbete” es esa palabra mágica que invita al usuario de la web a introducir sus datos en un formulario y, de paso, cederlos para que podamos incluir su dirección de correo electrónico en la campaña de email marketing que hagamos.

Pero más allá de la llamada a la acción, una landing page sin fugas requiere de muchos otros aspectos que se deben tener en cuenta.

Arriba del todo debe haber un titular llamativo y, a su vez, explicativo. Lo que se debe explicar principalmente es el beneficio que la persona obtendrá si nos da su email, así como el principal objetivo de la empresa que gestiona esa landing page. Por ejemplo, si el objetivo es obtener más beneficios, podemos titular diciendo: “Manual para aumenta tu número de clientes”. Con esta frase le ofrecemos el manual que hemos elaborado y, a su vez, le prometemos que aumentará el número de clientes si pone en práctica nuestras indicaciones.

A veces es difícil resumir en un titular, por lo que enumerar algunas de las ventajas que tiene suscribirse en una lista, subtítulo o pequeño párrafo servirá para acabar de convencer a los indecisos.

Y ahora que el visitante de la web está a punto de introducir sus datos, el pobre encuentra tantas casillas que le parece interminable y se aburre o siente que está dando demasiada información. Si no queremos perderlo se deben poner el menos número de casillas posible.

La última casilla y más importante, el botón de “enviar”, “suscribirse” o lo que en una palabra resumimos como “gracias por tus datos”. Aquí se deben evitar los imperativos, a nadie nos gusta que nos den órdenes. Utilizar mejor verbos en infinitivo o recuerda el beneficio que obtendrá por dar su dirección de email, poniendo, por ejemplo, “Descargar el manual”. Además de las palabras que se usen, es importante también que visualmente sea un cuadro llamativo, para facilitar el click. Así, se puede utilizar otra tipografía, las letras en cursiva, mayor tamaño de letra y, por supuesto, un fondo de otro color. Lo que sea con tal de resaltarlo e incitar a que pinchen en él.

Entre las fugas más frecuentes está que haya un menú de navegación, enlaces a contenidos o símbolos de redes sociales. Todos estos aspectos deben evitarse para centrar la atención en el contenido del formulario.

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