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La garantía del check box

Tiene varios nombres, todos ellos en inglés. Al check box se le llama también tick box y ambos conceptos se escriben tanto juntos como separados. Gramática aparte, lo importante de estas palabras es lo que significan y la garantía que nos dan.

 

El check box es la casilla de verificación. Con ella se puede decidir de forma definitiva el alta o baja de una lista de suscripción, pero cualquier de los dos procesos no debe hacerse como un mero trámite, sino que hay que asegurar los motivos que llevan tanto a una decisión como a la contraria.

 

Es por eso que, después de haber captado la atención de un visitante que decide hacer click en nuestro CTA y rellenar algunos datos clave como su dirección de email, su nombre y sus apellidos, por citar lo más básico, debemos asegurarnos: ¿qué espera de nosotros? Para ello, programa un primer correo electrónico con el que confirme que ha sido el dueño del email quien ha solicitado formar parte de tu lista de contactos, no vaya a tener un primo gracioso que nos estropee la campaña de email marketing.

 

Si es posible, durante el proceso de confirmación, aprovecha para obtener información extra sobre sus gustos personales, las temáticas de las que más le interesa recibir noticias y cómo llegó hasta ti. Toda esta información debe ser fácilmente rellenable a través de desplegables o de sistemas en los que haya que escribir lo menos posible. Si el proceso finaliza correctamente, el check box ha hecho su función.

 

Pongamos como ejemplo la situación contraria: un suscriptor pide dejar de recibir nuestras comunicaciones. En estos casos, hay que tener claras dos premisas. La primera es que no se puede retener a nadie en contra de su voluntad, así que no alargues el proceso para intentar que se quede, porque generarás peor imagen. La otra cuestión es que no le debes dejar escapar sin más, sin preguntarle si se va a otro sitio que considera mejor o si se ha aburrido de las comunicaciones que se le ha enviado. Por eso, aquí el check box debe tener la función de preguntar el motivo por el que un suscriptor pide darse de baja, facilitando las opciones con un desplegable, como hemos explicado en el párrafo anterior.

 

Por tanto, el check box se convierte en la garantía de conocer mejor a nuestros suscriptores en email marketing y de asegurarnos que son ellos quienes realizan las acciones, confirmando su intención y ayudándoles a ejecutarla de la manera más rápida y sencilla posible.