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El método de la pirámide invertida en email marketing

El orden en que se presenta un mensaje es tan importante como el propio contenido. La información puede resultar de gran relevancia para el lector pero éste puede perderse en un mal diseño, sin llegar al objetivo que le planteamos o detenerse en los aspectos que más nos interesan.

Por eso hoy explicamos el método de la pirámide invertida que servirá para potenciar las campañas de email marketing en base a esa presentación de contenidos. Esta técnica coloca en la base de la pirámide, situada arriba del todo tras darle la vuelta, la capacidad de captar la atención del suscriptor. Esto se consigue con un remitente de confianza, un asunto que lleve su nombre, el uso de fechas especiales como el verano o los cumpleaños o el recuerdo de la cuenta atrás para la fecha de finalización de una oferta, lo que agilizará la compra. Esta primera fase es a la que más tiempo se debe dedicar, ya que ganar la confianza de un suscriptor para que continúe leyendo es el primer paso para que la campaña de email marketing funcione.

La siguiente fase, en la parte intermedia de la pirámide, es saber anticiparse a las necesidades de nuestros seguidores. Esto será más fácil cuantos más datos sepamos de él. Si conocemos cuándo es la fecha de su aniversario de bodas, por ejemplo, podremos utilizar esta fecha para enviar newsletter con artículos destinados a la pareja; si sabemos sus gustos, propondremos la compra de artículos de viajes o de deportes, en función de su preferencia particular. Otro truco para adelantarnos a los pensamientos de los suscriptores es enviar un email con sugerencias de otros productos después de que el cliente realice una compra.

La tercera y última fase es la llamada a la acción, que se sitúa abajo del todo, en el pico de la pirámide. Esta posición refleja que el CTA es el elemento que propiciará la reacción que buscamos. Para ello, debe haber una única llamada a la acción que se presente de manera original y con un diseño que la haga resaltar sobre el resto del texto. Evitar las palabras “gratis” o “compra” ahuyentará los filtros de spam y aportará originalidad a la campaña. Es fundamental que sólo haya un objetivo por cada email que enviemos. La meta debe ser definida cuando se comience a elaborar la campaña.